diario sur. LA
TRIBUNA
FEDERICO
SORIGUER/ILDEFONSO FERNÁNDEZ-BACA. EXJEFES DE SERVICIO DE ENDOCRINOLOGÍA Y
NUTRICIÓN Y DE OFTALMOLOGÍA DEL HOSPITAL REGIONAL UNIVERSITARIO CARLOS HAYA
27 enero 201711:01
http://www.diariosur.es/opinion/201701/27/nuevo-carlos-haya-20170127005158-v.html
Que las nuevas generaciones de responsables médicos
del viejo Hospital Carlos Haya apuesten por un nuevo Hospital Carlos Haya y no
por un tercer hospital (SUR del 25 de enero) solo puede ser considerada como
una gran noticia. Al parecer, el señor consejero no ha sido indiferente a la
propuesta de construcción de un nuevo hospital en las zonas de aparcamiento del
Hospital Civil.
Aunque el Hospital Carlos Haya «ya tiene
quien le escriba», quizás sea el momento oportuno en los límites de esta
columna de hacer un poco de memoria. El Hospital Carlos Haya está a punto de
cumplir en mayo 61 años. Ya en el año 69 del pasado siglo, el periódico SUR
daba cuenta de que había pacientes en los pasillos. La ampliación del pabellón
B en el año 1972, del Materno en 1981 y la recuperación del Civil en 1989 como
pabellón C de Carlos Haya apenas si aliviaron la situación. Estábamos ya en
otro mundo y la demanda sanitaria no cesaba de aumentar. La construcción del
Hospital Clínico en 1989 fue sin duda una gran inversión, pero apenas aumentó
las camas hospitalarias ni la plantilla de la ciudad, pues sustituyó al viejo
Hospital Civil cuando la Diputación lo cerró. Desde entonces el Hospital Carlos
Haya ha tenido un crecimiento desordenado y no es casualidad que en uno u otro
momento de los últimos cuarenta años hayan sido pabellones del Hospital Carlos
Haya el Hospital Civil, el Marítimo de Torremolinos, el Noble, el 18 de Julio,
el de Campanillas y el de la Cruz Roja, todos ellos excepto el Civil y el
Marítimo (ahora muy deteriorado) o no existen ya o no son centros sanitarios.
Ya en el año 1984 el entonces consejero de
Salud, Pablo Recio, en visita a Málaga reconoció que la situación disfuncional
del Hospital Carlos Haya no tenía arreglo. Después, durante años, en las épocas
de las vacas gordas, cuando se pudo haber arreglado, los responsables
sanitarios negaron la evidencia y nos hicieron creer que en la época de las
comunicaciones virtuales un centro sanitario no tenía por qué tener una
anatomía funcional. Lo funcional era lo virtual. En los comienzos del siglo XXI
la situación comenzó a ser insostenible y hubo voces que reclamaron la
construcción de un tercer hospital. Algunos de nosotros advertimos ya entonces
en público (prensa) y en privado (en las instituciones) de que un tercer
hospital no era la solución. Había que refundar Carlos Haya. Aprovechando la
creación del Instituto de Investigación Biomédica (Ibima) la consejera de
Salud, María Jesús Montero, ofreció en 2007 la ampliación de 110 camas en el
Hospital Civil y poco después, tras comprobar que aquella iniciativa nadie se
la había tomado en serio, propuso formalmente el 12 de septiembre de 2008 la
construcción de un «nuevo Carlos Haya» de 1.500 camas que la prensa llamó
«macrohospital».
El hospital se haría en Los Asperones y el
laboratorio del Ibima sería la primera piedra. Muchos recibimos la noticia
alborozados. Por fin Málaga iba a tener el hospital que se merecía. '¡El mejor
Hospital del SUR de Europa!' según la hagiografía institucional. Pero las uvas
estaban verdes. La gresca entre la Junta y el Ayuntamiento ya ha sido contada
en demasiadas ocasiones. Pasaron los años y no fueron podencos, sino galgos en
forma de crisis y todo quedó detenido.
El solar de aparcamientos del Civil ha
sido siempre un plato muy codiciado. A principios de este siglo, por razones
que no vienen al caso, una modificación del Plan General de Urbanismo autorizó
la construcción dentro de las zonas ajardinadas del Hospital Civil. Los dos
firmantes de esta tribuna, muy preocupados por esta noticia, le pedimos cita al
alcalde y al presidente de la Diputación. El alcalde nos recibió muy
amablemente, le explicamos la conveniencia de que los jardines del Hospital
Civil deberían tener solo uso hospitalario y con los planos en la mano nos
tranquilizó. También nos recibió la vicepresidenta de la Diputación, a quien le
propusimos que una solución al problema de Carlos Haya y del Civil podría ser
la cesión de todo el espacio del Civil para ser gestionado por el SAS. La
construcción de nuevos pabellones en la zona de aparcamientos, el soterramiento
del Camino de los Ángeles, el ajardinamiento del espacio entre el Civil y el
Materno para uso hospitalario y público, la intercomunicación entre ambos
centros, así como la recuperación del abandonado convento de la Trinidad que
podría, al otro lado de la calle Velarde, ser integrado en el nuevo recinto
hospitalario. También CC OO había hecho propuestas en este sentido. Era aquella
una época en la que había recursos, pero lo que no hubo fue la inteligencia
política al servicio de los ciudadanos. La prepotencia de unos, por un lado, y
la incapacidad de unos y otros para llegar a acuerdos, por otro, lo impidieron.
El entusiasmo unánime que generó la
propuesta del nuevo hospital fue recogido en la prensa del momento y está
registrado en la 'Historia del Hospital Carlos Haya y sus pabellones'. Ni se
hizo el hospital en Los Asperones ni se hizo la ampliación en el Civil, y como
suele ocurrir cuando las cosas se dejan, empeoran. ¿Cuántos años se han
perdido? ¿Será posible ahora lo que no se ha conseguido en los últimos 25 años?
¿Hasta cuándo hay que seguir esperando? Por cierto, el nuevo hospital debería
tener un nombre. Desde hace años y en numerosas ocasiones hemos propuesto el de
Gómez Ocaña, médico malagueño, coetáneo de Cajal, maestro de Marañón y
verdadero predecesor de la medicina experimental y de la fisiología española.
¿Que no lo conoce nadie? Bueno, algunos sí, pero basta con que lo busquen en
Internet para que empiecen a conocerlo. Tampoco los gerundenses conocían al Dr.
Trueta hasta que le pusieron su nombre a su hospital y ahora se sienten muy
orgullosos de él. Hay otros muchos ejemplos. Desde luego mejor que nada, como
ahora.